Ese es el caso de Huug Bosse un holandés que tuvo que someterse a una cirugía de cadera hace un par de años y desde entonces no ha dejado de reír.
Su risa es contagiosa y se ríe de la nada, por ningún hecho concreto.
La causa de su estado no es muy claro, pero probablemente se deba a la anestesia que le pusieron durante la operación.
La esposa Bosse dice que él era un hombre normal antes de tener la cirugía en 2010. A pesar de que su hija y su hermano ni siquiera lo visitan a causa de su risa, Huug Bosse no cree que haya algo malo en él, sino que se considera normal como cualquier persona que tuviera un cambio de personalidad.
Su esposa dice que ha tenido siempre un gran sentido del humor, pero en los últimos dos años se ha estado riendo a lo largo de todo el día, algo imposible de soportar.
¿Tú lo soportarías?
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